Son cinco las necesidades humanas básicas: alimentación, vestido, vivienda, educación y salud. A este grupo de necesidades se les llama también antropológicas. Y la falta de satisfacción de alguna de ellas en una persona o en un grupo social significa que tal persona y tal grupo son pobres absolutos.
Este es desgraciadamente el caso de Haití. La inmensa mayoría de su población carece, al menos, de dos de los satisfactores fundamentales: salud y educación. Y esta pobreza se ve agravada por vivienda, alimentación y vestido precarios.
El sismo que asoló sobre todo a Puerto Príncipe, la capital haitiana, puso de manifiesto la precariedad de la vivienda. Y uno puede explicarse la presente falta de alimentos por el colapso de la producción luego del fenómeno telúrico. Pero la tragedia se ha vuelto inenarrable por la bárbara precariedad de los servicios de salud haitianos.
Heridos y lesionados que no tendrían por qué haber fallecido son ahora cadáveres.... Continuar leyendo